Descortezar cepas: la salud de nuestras viñas
05/10/2023La importancia de los suelos
24/11/2023Tras las primeras tres vendimias en Viña Meín- Emilio Rojo se decidió reformar y adaptar la bodega a las necesidades del proyecto. En 2022 la bodega se ha sometido a una transformación que abraza tanto el futuro como el pasado y que se adapta a la elaboración minifundista que nos caracteriza.
Esta reforma es un tributo a la necesidad de adaptarse a las demandas cambiantes de la viticultura, pero con el respeto adecuado tanto al entorno y al paisaje del valle del Avia como a la obra original de Fernando Blanco en la década de 1990.
Esta transformación ha sido ahora seleccionada entre los finalistas a los premios Mapei, a arquitectura sostenible 2023.
Bodega antigua
Reforma de Viña Meín – Emilio Rojo: instalaciones para el proyecto actual
Desde que Viña Meín y Emilio Rojo se unificaran en un proyecto conjunto de Alma Carraovejas, las instalaciones de la primera bodega habían servido para interpretar las distintas parcelas del valle del Avia. Pero tras las primeras tres vendimias, se vio la necesidad de adaptar las instalaciones a la elaboración minifundista que se lleva a cabo en el proyecto. Para mantenerse a la vanguardia de la producción de vino, la bodega Viña Meín – Emilio Rojo necesitaba repensar su funcionalidad y diseño. La reforma realizada en 2022 se ha centrado en la repartición del espacio de una manera que se adapte a la elaboración minifundista de hoy en día.
La bodega original, diseñada por el arquitecto Fernando Blanco en los años 90, se había mimetizado con el entorno. Junto al penedo de Meín, este edificio crecía junto a una de las parcelas de más historia de la DO Ribeiro. La integración se ha logrado con un diseño que respeta y realza la belleza natural circundante. El estudio de arquitectura ourensano MOL fue el elegido para llevar a cabo el proyecto.
Bodega actual
Fotografías tomadas para la revista MOL Arquitectura por ©Santos-Díez
Uso de materiales sostenibles
En las obras, se han utilizado tres elementos conectores clave: la piedra, el cobre y la madera. Estos materiales aparecen como nexo de conexión entre interiores y exteriores para dotar de un mismo lenguaje a todo el proyecto. También es importante señalar que la reforma se ha esforzado en que la intervención sea discreta y realce los valores encontrados en la bodega original.
Un aspecto clave de las obras ha sido el compromiso con la sostenibilidad. Se ha reutilizado y reciclado elementos y materiales siempre que ha sido posible. Además, se ha incorporado madera local, como pino de Galicia y castaño gallego, en la rehabilitación más significativa. Elementos de CLT (Cross-Laminated Timber) también de pino gallego también se han utilizado, contribuyendo a la sostenibilidad, a la estabilidad estructural y a la reducción de la huella de carbono.
La transformación del edificio son tres fases de las cuales se ha completado la primera. Además, se ha incluido un proyecto de instalación de geotermia, lo que aumenta aún más la eficiencia energética de la bodega.
En resumen, la reforma de la bodega Viña Meín – Emilio Rojo es un ejemplo destacado de cómo se puede modernizar una bodega vitivinícola sin perder de vista la historia y la sostenibilidad. Esta transformación es un homenaje a la viticultura de la región y un testimonio de cómo el respeto por el pasado puede coexistir armoniosamente con la innovación y el futuro.