Vendimia 2021 en Viña Meín – Emilio Rojo
06/09/2021Un viaje único por la historia de Emilio Rojo
17/11/2022Ahora que el último racimo está dentro de bodega podemos tirar las cajas y las tijeras al aire para celebrar el final de la vendimia. La ilusión por una nueva fase de elaboración, intentando mostrar lo mejor que este año nos ha deparado empieza desde ya. Y empezamos a pensar en 2022 porque, si la añada 2020 nos enseñó muchísimo sobre la gestión de viñedo en condiciones límite, la 2021 nos ha demostrado que cuando hablamos de cepas, nunca se deja de aprender.
Este año al verano le costó llegar, pero el otoño de este 2021 se ha presentado antes de lo esperado. Una vendimia a la gallega, de tiempo cambiante, de aguas y sol, ha sido la característica principal con la que compañeros y vecinos de toda la zona del valle del Avia han definido esta recogida. Uno de los momentos más difíciles fue la tarde del 31 de agosto, cuando una tormenta de granizo afectó a algunas de las fincas de esta histórica zona de cultivo de vides.
Tras esa jornada, una meteorología inestable ha intercalado altas temperaturas diurnas con precipitaciones continuadas. Pero todas estas complicaciones nos han ayudado a ser aún más exigentes en la observación de cada cepa. Tener el máximo de información de cada parcela ha sido fundamental para tomar la mejor decisión en todo momento.
Variedades blancas
El mejor momento del año empezaba el 6 de septiembre con la recogida de algunos de nuestros bancales y variedades blancas. Las albariño, torrontés, lado y godello llegaban en su momento óptimo tras un agosto en el que el calor había empujado su maduración. Más tarde, en la segunda quincena de septiembre llegaría el tiempo de la treixadura y la loureira, para acabar con las variedades tintas en la última semana de septiembre
Las predicciones meteorológicas cambiaban cada hora. Pero, al final, gracias a un altísimo nivel de precisión y la experiencia del equipo en la zona, cada uva ha entrado en los niveles de maduración previstos. Durante cada jornada las tareas de recogida se complementaban con horas de observación de cada una de las cepas en las distintas fincas para decidir el cuándo vendimiar.
Final de vendimia
Y cada parcela, con la riqueza plurivarietal que caracteriza este paisaje, suponía elevar el término de minifundismo para adaptar esa recogida al momento de cada cepa. Las dos o tres vendimias que tradicionalmente se han hecho en la parcela con la que elaboramos Emilio Rojo (este año cuatro en total para esta parcela), se han implementado en el resto de viñedos: tras haber analizado la evolución de cada parcela durante las últimas semanas, catábamos uvas en viñedo mientras íbamos señalando si era o no el momento de cada cepa. Las que sí se vendimiarían se marcaban con cal. Y al día siguiente o esa misma tarde se recogían solo las indicadas.
Ahora que el último racimo está dentro, y tras cuatro semanas catando lo que estaba ya dentro de bodega queremos remarcar el carácter de esta añada. Cada día de este año hemos buscado cuidar y disfrutar del paisaje para ahora, interpretarlo y, dentro de unos meses, meterlo en una botella. El sábrego, este clima completamente cambiante, nuestras variedades locales y, sobre todo, el equipo, han dado todo para tener una añada espléndida y encauzar en los momentos más complicados los vaivenes de la naturaleza.
Y estamos seguros de que cada año será mejor. Este 2021 ha sido un año difícil, de los que te hacen sudar y trabajar muchísimo. Pero, sin ninguna duda, y aun estando todavía en los primeros pasos de la elaboración, estamos seguros de que agradeceremos todo lo aprendido este año.