Emilio Rojo 2019 evoca a la Galicia de interior donde se diferencia la identidad de cada socalco. Una parcela irrepetible que sintetiza el carácter del valle del Avia: suelos de sábrego, clima cambiante y extremo y el paisaje plurivarietal de cada viñedo. Treixadura, lado, godello, albariño, caíño blanco, torrontés y loureira recuerdan la riqueza y diversidad del entorno. El conocimiento heredado durante siglos, de colleiteiro a colleiteiro, hace el resto. Complejidad que espera a que el vino comience a expresarse. Riqueza paisajística, cultural y patrimonial que aparece junto a notas florales y un fondo extenso cítrico y frutal. Energía y profundidad. La fortuna de transmitir una parcela única.
O Gran Meín Castes Brancas 2020
19/10/2022O Pequeno Meín Tinto 2020
20/10/2022Emilio Rojo 2019
Treixadura
Otras
La añada 2019 empezó con un tiempo frío y seco, incluyendo algunas heladas. A finales de enero, la tendencia cambió y el año comenzó a acumular precipitaciones abundantes hasta la llegada de la primavera. Un mayo bastante seco minimizó la presión fúngica habitual en la zona. El verano fue bastante caluroso y seco, sobre todo agosto. Esta situación facilitó un buen estado sanitario hasta el final del ciclo sin generar un gran estrés a las cepas. La vendimia se realizó en dos recogidas: la primera el 10 de septiembre y la segunda el 13 de septiembre. El punto óptimo de maduración de cada variedad se alcanzó siguiendo con la práctica tradicional de vendimia de Emilio Rojo: la víspera de cada recogida se catan las uvas de todas las cepas, marcando una a una las vides que se recolectarán al día siguiente.
La parcela Emilio Rojo resume la personalidad de los bancales del interior gallego: cada socalco, palabra local para nombrar las terrazas, esconde la interpretación histórica del colleiteiro de de cada variedad y cada añada climática. La viña de Emilio Rojo sintetiza el carácter del valle del Avia en Ribeiro, con sus suelos de sábrego, su clima cambiante y extremo y el paisaje plurivarietal de su viñedo. Emilio Rojo 2019 alcanza a representar la cultura vitícola popular de este entorno irrepetible.
En la añada 2019 se realizaron dos vendimias, separando las uvas por sus características organolépticas y su estado de maduración. Esta selección implica además un profundo conocimiento asociado al análisis de colleiteiro: cada uno de los socalcos aporta un elemento indispensable para entender este paisaje. Las diferentes uvas de treixadura, albariño, lado, godello, torrontés, caíño branco y loureira se seleccionaron también en su llegada a bodega manualmente con control absoluto de cada racimo. La fermentación se realizó en depósitos de acero inoxidable con levaduras autóctonas y continuó su desarrollo en los mismos depósitos durante los siguientes 12 meses y 18 meses en botella.